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La gestión del Ciclo de Vida del Consejero, clave para asegurar un Consejo de Administración estratégico y de Alto Rendimiento

“En las organizaciones trabajamos la experiencia de cliente y la experiencia de empleado conscientes de la importancia que tienen en el desempeño organizacional. Del mismo modo, es necesario trabajar la experiencia del consejero; más aún cuando se ha incrementado la responsabilidad del Consejo de Administración, se le exige mayor eficacia y eficiencia para atender y responder a un contexto de gran incertidumbre, complejidad y volatilidad. Solo así, desde la gestión del ciclo de vida del consejero podremos asegurar un Consejo de Administración estratégico”. 

Así lo ha afirma Gema Monedero, Socia Directora de la práctica de Consejos de Administración en Ackermann International y autora del informe “Experiencia Consejeros”, un estudio que tiene como objetivo identificar los momentos clave del Ciclo de Vida del consejero y ayudar a las compañías a mejorar su gestión integral y con ello, asegurar la existencia de un Consejo de Administración de Alto Rendimiento en el seno de su organización.

El acto de presentación del estudio se celebró en ESADE Business School y, junto con la presentación por parte de su autora de las principales conclusiones obtenidas en él, tuvo lugar una mesa redonda que contó con la participación de Rosa María Sanz García, consejera independiente y presidenta del Club de Consejeros de Esade Alumni; Socorro Fernandez Larrea, consejera independiente; Samuel Pimentel, Presidente de Ackermann International; y Mario Lara, director del Centro de Gobierno Corporativo de Esade y Esade Madrid, en calidad de moderador.

En su introducción, el director del Centro de Gobierno Corporativo de Esade, destacó “la relevancia de este estudio por ofrecer un ángulo diferente y nuevo de análisis al revisar todo el ciclo de vida del consejero desde los ojos del propio consejero”. 

La carrera de Consejero, un camino de aprendizaje

Durante el coloquio, los expertos hicieron un repaso, desde su experiencia, a aquellos aspectos más relevantes de la carrera de consejero. Y es que como señaló Samuel Pimentel, Presidente de Ackermann International, “la de consejero es una carrera en sí misma e implica, para el directivo, empezar de cero”. Desde este prisma, insistió en la humildad como cualidad fundamental del consejero. “Una cosa es ser directivo y otra muy diferente ser consejero, y aunque la experiencia como directivo es fundamental y muy valiosa para el consejero, son roles que nada tienen que ver. Y cuando uno empieza como consejero, tiene que tomar conciencia de que tiene un camino de aprendizaje por delante”, añadió. 

Personas, independencia y aportación

Rosa María Sanz García, consejera independiente, por su parte, sostuvo en la importancia del encaje entre el perfil del consejero y de la compañía a la que va a acceder. “Pertenecer a un Consejo de Administración conlleva asumir una gran responsabilidad y al final necesitas tener un conocimiento lo más amplio posible de la compañía, debes profundizar mucho y para ello es necesario preguntar, preguntar y volver a preguntar”, indicó. Sanz García compartió además los tres pilares que para ella son fundamentales: personas, independencia y aportación: “Para mí son clave las personas, no quiero formar parte de un equipo donde no me siento cómoda; también lo es contar con la independencia suficiente para poder opinar, preguntar, sugerir e, incluso, discrepar; y, por último, tener muy claro qué puedo aportar, cómo puedo yo sumar a ese Consejo”. 

Autoevaluación y formación contínua

Socorro Fernández Larrea puso el foco, en las responsabilidades individuales del consejero. Entre otras, señaló “la realización, antes de entrar en el Consejo, de una due dilligence reputacional, tanto de la compañía como de los que serán tus futuros compañeros”. También defendió “la importancia de la autoevaluación y de la formación continua”. Y abordó el proceso de onboarding y ofreció los ejes que para ella son relevantes y facilitan el proceso, entre los que destacó como más críticos, “el disponer de un plan de inducción y orientación bien estructurado; y las reuniones con el secretario, el presidente y los presidentes de las comisiones”, además de insistir en la importancia de que este proceso de onboarding sea actualizado cada año y esté bien coordinado entre la secretaría del consejo y la CNR. 

Te invitamos a descargarte el informe completo aquí 

 

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