Por nuestra actividad nos enfrentamos a menudo con la pregunta de cuáles son las habilidades que desempeñan un papel decisivo en el nuevo entorno laboral. Y aunque no es fácil hablar en términos generales, si tuviéramos que quedarnos con aquellas que creemos están llamadas a configurar el ADN de cualquier trabajador, nuestras cinco principales serían:
Pensamiento ágil y adaptativo
Nuevo, veloz y cambiante son algunos de los adjetivos que mejor definen esta nueva era. Cualquier profesional, independientemente del nivel o área funcional que ocupe, ha de ser capaz de responder de manera rápida y eficaz a los desafíos, y saber manejarse en la incertidumbre con comodidad y espíritu constructivo.
Inteligencia social, capacidad de empatía, conexión e influencia
El mundo es un lugar social y conectado, donde el conocimiento se ha democratizado, la seniority de las canas ha perdido relevancia y peso en pro de la colaboración, la inteligencia compartida, la co-creación y las relaciones; por eso, la empatía, la capacidad de influencia y conexión estarán, sin lugar a dudas, en los genes de todo profesional de éxito.
Transdisciplinariedad
Contar con la capacidad de entender conceptos de múltiples disciplinas está llamado a convertirse en uno de los grandes valores estratégicos. Las variables que entran en juego a la hora de tomar cualquier decisión son cada vez mayores y procedentes de diversas fuentes, los escenarios a considerar también se complican y es por ello que la visión complementaria que otorga la transdisciplinariedad cobrará un protagonismo vital.
Sensemaking y capacidad analítica
Ante la avalancha de información y datos, los profesionales necesitamos contar con la capacidad para filtrar y extraer lo importante y poder transformarlo en conocimiento que aporte sentido y propósito a un camino plagado de incertidumbres.
Colaboración virtual y transcultural
Manejarse en entornos virtuales y en entornos culturales diferentes es una obligación ya en un mundo digital y global.